lunes, 28 de diciembre de 2020

San Alberto Magno - Oración a la santísima eucaristía

 Señor Jesucristo,  tú eres verdadera luz, unción saludable, palabra y virtud, ilumina mi mente, sana mis afectos, instruye mi lengua, vuelve al bien mi actuar.

Que tu gracia venga a mi intelecto, del intelecto a mis afectos, de mis afectos a mis palabras y de mis palabras a las obras.

Que crezca en mi tu gracia y me libere de la culpa cuando me arrepiento, me ayude en las tentaciones cuando lucho contra el mal, me impulse hacia lo mejor cuando camine en el bien, me conduzca a la meta de la salvación eterna por el camino de la perfección.

Señor, ya que eres verdad, caridad, virtud y constancia ven a mi alma que vacila en un estado de culpa y pena.

Ven junto a mí para dar la vista al ciego, la palabra al mudo, la vida al muerto, para que con obediencia, fe y caridad pueda acercarlos a ti.

Abre en mi la puerta interna – intelecto y voluntad- y cierra la puerta externa, así la tentación que viene de los malos hábitos no llegue por los sentidos hasta la conciencia e invadan todo mi ser.

Mírame, ten compasión, consuélame, ven a mí con tu gracia.

Ordena al alma que yace en el mal para empezar a actuar con buena voluntad, empezar a confesar las culpas, y ponerse en pie para obrar el bien.

Devuélveme la gracia que nutre, para que permanezca en mi para siempre.


Amén

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